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Causas, tipos y tratamientos de la artrosis

¿Quieres saber qué es la artrosis, cuáles son sus tipos, síntomas y tratamientos? Nuestros fisioterapeutas profesionales te lo cuentan.

Fecha Febrero
Área de conocimiento Fisioterapia

La artrosis es una enfermedad reumática crónica que provoca una lesión gradual en el cartílago articular. Esta patología produce dolor, rigidez e impide realizar con total normalidad algunos movimientos cotidianos, como caminar o cerrar la mano. Las zonas del cuerpo en las que fundamentalmente se produce la artrosis, son: manos, rodillas, cadera y columna cervical y lumbar.

Esta enfermedad, que no tiene cura, es bastante limitante para quien la padece, debido a que afecta considerablemente al correcto funcionamiento del cartílago articular, a la hora de permitir el desplazamiento de las superficies óseas durante el movimiento y de amortiguar la sobrecarga de las superficies en contacto.

El papel de las articulaciones es fundamental, ya que permiten la conexión entre dos huesos, como por ejemplo, los de la rodilla, y facilitan el movimiento de dichas superficies óseas. El cartílago es el tejido que recubre los extremos de los huesos y es indispensable para que las articulaciones puedan funcionar con total normalidad, al amortiguar la fricción entre los huesos durante el movimiento.

Existen diversos factores de riesgo asociados a la aparición de la artrosis, como la edad, el sexo (afecta sobre todo a mujeres mayores de 55 años), la genética, las lesiones deportivas, el sedentarismo, la menopausia o la obesidad, entre otros.

En lo que respecta a los síntomas de la artrosis, son muy variados y se manifiestan progresiva y paulatinamente. Los más frecuentes, son: el dolor articular (no siempre es constante), la limitación de los movimientos, los crujidos, así como el derrame articular que se da en algunas situaciones. Algunas personas, además, pueden presentar deformidad articular y rigidez.

Para prevenir el desarrollo de esta enfermedad, es recomendable que los grupos de riesgo sigan una serie de pautas para evitar su aparición o, al menos, mitigar sus efectos, entre las que destacan llevar unos hábitos de vida saludables, con una dieta sana y equilibrada, realizar ejercicio físico, y evitar la obesidad. Es recomendable limitar la realización de esfuerzo físico intenso, así como evitar la carga de objetos pesados.

Tipos de artrosis:

  • Artrosis de manos: se origina en una articulación, pudiendo extenderse posteriormente al resto de la mano. Suele deformar los dedos. Las molestias, en general, disminuyen cuando la deformación se completa. Este tipo de artrosis hace que la funcionalidad de la mano pueda verse afectada.
  • Artrosis de rodilla: es el tipo más frecuente de artrosis. Puede ser artrosis de rodilla primaria, la relacionada con la genética y el envejecimiento, que va ligada al desgaste de las partes de la rodilla; o artrosis de rodilla secundaria, la que se suele producir por una lesión previa.
  • Artrosis de cadera: este tipo de artrosis es bastante frecuente, aunque no tanto como la artrosis de rodilla o de mano. El síntoma fundamental es el dolor, que se localiza en la zona de la ingle y en la zona interna del muslo. En los estadios más avanzados, el dolor puede aparecer incluso durante la noche. Con el paso del tiempo, es frecuente que aparezca cojera al caminar.
  • Artrosis cervical: la artrosis cervical o cervicoartrosis es la que se produce a raíz de una lesión o degeneración del cartílago de las articulaciones de la columna cervical. Se da con frecuencia en personas mayores de 50 años. En muchas ocasiones, pasa inadvertida al no presentar síntomas. El más frecuente, es el dolor de cuello al hacer movimientos. Cabe mencionar, que los pacientes suelen referir rigidez que dura poco tiempo y mejora con el movimiento.
  • Artrosis lumbar: es la que se produce cuando se lesiona o degenera el cartílago de las articulaciones de la columna lumbar. El síntoma más frecuente es el dolor que aparece con el movimiento y la sobrecarga lumbar, y que mejora guardando reposo.

¿Cuáles son los tratamientos de la artrosis?

El principal objetivo del tratamiento en la artrosis es mejorar el dolor y la incapacidad funcional sin provocar efectos secundarios.

Ante todo, el especialista ayuda al paciente con ciertas pautas que se han de seguir para evitar todo lo que contribuya a lesionar las articulaciones. Por ejemplo: el sobrepeso, los movimientos repetitivos, posturas inadecuadas en el trabajo, el calzado, etc.

Asimismo, el especialista ayudará al paciente con una tabla de ejercicios personalizada y adaptada, que debe realizarse bajo la supervisión del fisioterapeuta para mejorar el curso de la enfermedad.

El reumatólogo, por su parte, prescribirá el tratamiento farmacológico adecuado para cada paciente, basado, cuando sea necesario, en antiinflamatorios y/o analgésicos de “acción rápida”.

Otros de los medicamentos en los que se basará el tratamiento de algunos pacientes, son los de “acción lenta”, con los que se controla el dolor, se ayuda a preservar el cartílago y se consigue frenar la evolución de la enfermedad.

En los casos más extremos, más graves de la artrosis, cuando supone una discapacidad considerable para el paciente, y no se logra controlar el dolor, es recomendable la cirugía. Y es que, así se conseguirá limpiar y lavar la articulación, eliminando cuerpos extraños.

Otra intervención es la artroplastia, la cual consiste en sustituir total o parcialmente las zonas afectadas de la articulación, utilizando prótesis artificiales. La cirugía protésica se emplea, sobre todo, en cadera y rodilla.

Aunque la artrosis no es muy grave, disminuye considerablemente la calidad de vida de los pacientes. Por ello, es importante acudir a la consulta médica para que el especialista valore cada caso y recomiende las pautas a seguir para intentar controlar y mitigar los efectos de la enfermedad.

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