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Tipos, síntomas y tratamientos para la lumbalgia

¿Quieres saber qué es la lumbalgia? ¿Cuáles son sus tipos, síntomas y tratamientos? Nuestros fisioterapeutas profesionales te lo cuentan.

Fecha Septiembre
Área de conocimiento Fisioterapia

Siempre que hablamos de lumbalgia o “lumbago” nos estamos refiriendo a que existe un dolor en la zona lumbar, es decir, en la parte baja de la espalda. Es el dolor de espalda más frecuente, y puede manifestarse en personas de cualquier edad, tanto jóvenes, adultos, como personas de avanzada edad.

Uno de los principales problemas que existen al abordar esta dolencia es dar con la causa que ha provocado el dolor lumbar y con su posible remedio. Es la clave para poder utilizar el tratamiento más eficaz para paliar las molestias del paciente y hacerlas desaparecer. 

Es, por ello, vital acudir al especialista al manifestar este tipo de dolencia, si no es leve, para que así estudie y valore nuestro caso, y nos pueda poner el tratamiento más acorde a nuestra tipología de lumbalgia. 

¿Es sencillo hacer este diagnóstico? El problema radica en que el término lumbalgia solo nos dice lo que ya sabemos (y hemos mencionado anteriormente), sin concretar cuál es la causa del dolor lumbar o su remedio.

Al abordar una dolencia de estas características, hay que tener en cuenta que los dolores del área baja de la espalda se pueden dividir en varios tipos según la posible causa. 

Tipos de lumbalgia y sus causas:

  • Lumbalgia mecánica: es la que aparece principalmente con los movimientos y mejora en reposo. Este tipo de dolor lumbar bajo generalmente está ocasionado por una lesión en algún músculo o ligamento de la zona, que ha sido causada por una distensión tras algún movimiento brusco. También puede deberse a una sobrecarga a consecuencia de una postura forzada que se ha mantenido en el tiempo, o a una alteración en la postura por problemas en la estructura de la columna vertebral. La falta de tono muscular lumbar por sedentarismo o falta de actividad física es otro de los factores que propician que un paciente padezca lumbalgia. Cabe mencionar que muchos pacientes sufren de lumbalgia simplemente por agacharse a levantar un objeto de forma incorrecta.
  • Lumbalgia inflamatoria: es la que se presenta cuando existen dolores lumbares inflamatorios, también denominados “secundarios”, es decir, los dolores lumbares bajos que son específicos, al haber una causa concreta que los origina. Entre ellas, las causas tumorales vertebrales (benignas o malignas) o la osteomielitis, entre otras.
  • Lumbalgia radicular: es el dolor referido en el área baja de la espalda ocasionado por la presión que la raíz de un nervio hace al salirse de la zona de entre las vértebras, y que suele ser una hernia discal.
  • Lumbalgia referida: el dolor lumbar referido es el que no se origina a nivel de vértebras o articulaciones de la zona lumbar de la parte baja. Y es que, la dolencia puede deberse a articulaciones más alejadas como las de la cadera, o a cólicos nefríticos o dolores intestinales, entre otros factores de riesgo. 

¿Qué tratamientos existen para las lumbalgias?

La mayoría de lumbalgias mecánicas, es decir, las simples, suelen desaparecer en dos o tres semanas. No obstante, existen tratamientos para acelerar la recuperación basados en el uso de antiinflamatorios, a fin de reducir la inflamación local causante de la lumbalgia.
 
Durante el tratamiento, también pueden administrarse relajantes musculares para tratar las contracturas asociadas a la inflamación. Y, como no, los masajes, los cuales han de realizarse única y exclusivamente por profesionales fisioterapeutas, y con los que se busca aflojar los músculos contraídos.
 
Además, en el tratamiento de algunos casos de lumbalgia es recomendable emplear las terapias con calor, ya que mejoran el dolor y facilitan el flujo idóneo de sangre. En otros pacientes, por contra, será recomendable aplicar compresas frías para reducir la inflamación. Como es obvio, todo depende del caso concreto de cada paciente. 
 
Hay que incidir en la importancia que adquiere el reposo durante el tratamiento de la lumbalgia para recuperarse. Pero, cuidado, que el reposo no ha de ser absoluto, ya que si se reposa en exceso, la inactividad de esos músculos del área baja de la espalda puede causar más lumbalgia, agravando por tanto el diagnóstico. Por ello, los especialistas recomiendan el reposo relativo.
 
¿Cuándo hay que acudir a un especialista? Es evidente que no todos los casos de lumbalgia requieren de la ayuda de un especialista. Si el dolor que se presenta es leve, en muchos casos no es necesario acudir a la clínica, ya que el dolor en la mayoría de los casos desaparecerá en unos pocos días. Hay que insistir en que no es recomendable automedicarse, hay que hacerlo siempre bajo prescripción médica

Ante un dolor de mayor intensidad y que ha sido invalidante, hay que acudir al médico de referencia. Al igual que en el caso de las lumbalgias “urgentes”, las cuales requieren una atención inmediata para su observación y valoración, y que pueden deberse a traumatismos graves o leves en personas con osteoporosis, pérdida de peso inexplicada, fiebre con escalofríos, pérdida de fuerza en las piernas, o incontinencia vesical o intestinal, entre otros casos.

Esperamos te haya sido de utilidad esta información. Y ante cualquier duda, ya sabes, consulta a tu médico de referencia.